http://www.elpais.com/articulo/sociedad/hay/1020/millones/hambrientos/mundo/elpepuint/20090619elpepusoc_16/Tes
Por supuesto, esta titular no ha copado las portadas de los periódicos. ¿Qué nos pasa? ¿Es porque están lejos y no los vemos, y por lo tanto no nos importan lo suficiente como para levantarnos y decir "¡Basta!"?
Los defensores del sistema capitalista arguyen que es el único que crea riqueza. Sí, pero para quién, me pregunto yo.
Y en relación con esto último, leo lo siguiente: "el Reino Unido pone a salvo su soberanía fiscal en Europa" http://www.elpais.com/articulo/internacional/Reino/Unido/pone/salvo/soberania/fiscal/Europa/elpepuint/20090620elpepiint_8/Tes
Lógico. Excusas de los británicos aparte, hay que tener claro que su punto fuerte son las finanzas, que a su vez están basadas en los principio del oscurantismo y la opacidad, principios que tienen su máxima expresión en los "paraísos fiscales", cuya supresión inmediata y radical es una de las primeras medidas que se deberían tomar si queremos un mundo más justo, que no imposible, porque es totalmente factible, sólo que no hay la más mínima voluntad de dar pasos en ese sentido. Todos esos discursos que escuchamos en la Cumbre del G-20 de Londres se quedará en eso, pura retórica.
Curioso, el sistema fiscal británico, donde parece que cuanto más ricos eres, menos impuestos pagas. Bueno, jeje, eso es así en todas partes, pero allí más exagerado si cabe. Así, al menos 400 extranjeros residentes en Inglaterra tienen ingresos anuales superiores a los 10 millones de libras, pero sólo 65 de ellos pagaron el impuesto sobre la renta. Se ignora a ciencia cierta cuánto dinero pierde el fisco británico por culpa de los resquicios legales que aprovechan la mayoría de esos supermillonarios para no pagar a Hacienda, pero se calcula que podrían aproximarse a los 3.000 millones (cerca de 6.000 millones de dólares) al año.
Entre los mecanismos legales a disposición de los multimillonarios están los trusts creados en paraísos fiscales como las islas del Canal o las Islas Vírgenes Británicas, aprovechados por el amo de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, o el fundador de Virgin, Richard Branson.
Otros mecanismos son el estatus de no domiciliado, al que puede acogerse, por ejemplo, el magnate ruso Roman Abramovich, dueño del club de fútbol inglés Chelsea, como otras decenas de extranjeros que aunque tienen su residencia en Gran Bretaña no pagan, sin embargo, impuestos por sus negocios en el extranjero (por eso hay tanto rico viviendo en Londres).
Los ciudadanos británicos pueden también escapar al fisco del Reino Unido si no han pasado más de noventa días al año en este país durante los últimos cuatro años.
Otros mecanismos son el estatus de no domiciliado, al que puede acogerse, por ejemplo, el magnate ruso Roman Abramovich, dueño del club de fútbol inglés Chelsea, como otras decenas de extranjeros que aunque tienen su residencia en Gran Bretaña no pagan, sin embargo, impuestos por sus negocios en el extranjero (por eso hay tanto rico viviendo en Londres).
Los ciudadanos británicos pueden también escapar al fisco del Reino Unido si no han pasado más de noventa días al año en este país durante los últimos cuatro años.
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