lunes, 20 de diciembre de 2010

SENTIDO COMÚN

De un lector de "Público", a propósito de la bajada del PSOE en las encuestas:

Algunas conclusiones sobre este último barómetro electoral del Publiscopio:

1º.- El sondeo se ha realizado entre 10 y 13 días después del decreto ley que ha impuesto el Estado de Alarma (3 de Diciembre). Ello muestra claramente que cuanto más represivo se vuelve el PSOE más alimenta los votos de la extrema derecha (PP). Es cierto que ese viernes 3 de Diciembre se aprobaba la privatización de AENA, la ayuda de la eliminación de los 426 EUR para parados de larga duración y se dejaba ya claro que se iniciaría el asalto a las pensiones, con una primera parada en el aumento de la edad de jubilación. Pero ello sólo demuestra que es cierto el aserto que acabo de exponer (represión social)

2º.-Sube la intención de voto a IU, a la que felicito, por recoger, sin hacer nada en la calle, no movilizarse, obsesionarse sólo con crecer en el Parlamento (los comentarios de cada vez mayor número de sus seguidores son evidentes desde hace ya más de un año: crecer, crecer, crecer), como si un buen puñado de diputados, a casi 2 años vista de las elecciones, en un Parlamento de mayoría absoluta PP, sin cimentar ese crecimiento en las luchas sirviera para algo. Sobre la desmovilización sólo se edifica un "baja tú, para subir yo"

3º.-La gente se dispara un tiro en un pie, apoyando una opción como el PP, que heredará las políticas represoras del PSOE (buena parte del trabajo ya hecho) y continuará, firme y marcial, en la misma política.

4º.-La sociedad se corre a la derecha cuando no hay respuestas de izquierda -que sólo pueden ser la lucha, la movilización, el combate y la revuelta, siempre en convergencia con todos los pueblos de Europa, porque los ataques del capital son internacionales- y cuando los socialiberales del PSOE hacen la más cruda política de derechas.

5º.-La sociedad abomina del vacío y desea seguir creyendo que este sistema económico capitalista tiene soluciones desde dentro, desde los partidos del sistema y que todo lo arrebatado a los trabajadores volverá a estos, una vez superada la crisis. Nada más falso. El sistema económico va implosionando lentamente, primero en el mundo rico, y después lo hará en el resto. Y sobre sus cimientos sólo surgirá una vuelta a las más crueles condiciones de trabajo del siglo XIX en el XXI. Para evitarlo, sólo las respuestas desde la izquierda son la única salida.

6º.-Para ello no nos sirven los partidos del sistema: ni la derecha de toda la vida (PP), ni la sobrevenida (PSOE) porque sus recetas son las que son, ni tampoco los obsesionados sólo con crecer en el Parlamento porque no luchan en la calle.

7º.-Hace falta una izquierda de combate que, aguante el palo en estos tiempos de desmovilización, no pierda la paciencia con ello, y vaya creando un poso de ejemplos combativos.

Ruego que si hay algún tipo de respuestas se den en términos argumentales y no de simple y fácil descalificación. Ésta última es un recurso inútil que puede que ayude a quien ejerza un "patriotismo" de partido pero no a los trabajadores como clase

http://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/2010/12/como-hacer-frente-lo-que-se-nos-viene.html

HACE FALTA YA OTRA HUELGA GENERAL Y LA PRIMERA HUELGA GENERAL EUROPEA

domingo, 12 de diciembre de 2010

Reproduzco un muy acertado comentario de un lector de "Público":

"Tal y como nos lo venden, el deporte es una perversión. Una cosa es hacer un poco de saludable ejercicio y otra bien distinta es esforzarse durante años en arañar una milésima al crono; cometer la insensatez de querer ser el primero en carreras que no llevan a ninguna parte o, todo lo más, al mismo punto de partida. Dedicar una infancia y juventud a batir un record es algo que debería estar prohibido por alienante y por limitar al desarrollo intelectual y afectivo de los jóvenes.

Con las cosas así, montar este pollo de que si se drogan o no se drogan me parece un sublime acto de hipocresía. La vida que llevan esos deportistas "de élite" es de por sí una pura droga y un desvarío sin sentido. Y todo para que, primero, esos pobres chicos se crean que hacen algo importante, segundo, el lisabesqui de turno se pavonee por las muchas medallas que obtiene España (en la mejor tradición castro-briesneviana) y, tercero, que nosotros disfrutemos ante el televisor pensando que una buena medalla vale más que mil crisis. ¡País!"

miércoles, 15 de septiembre de 2010

UN MUNDO MÁS JUSTO ES POSIBLE

Fruto de la herencia política de la Ilustración es la idea por todos aceptada, al menos en teoría, de que no es bueno que el poder (político) se concentre en unas pocas manos. De ahí la división de poderes, presente, en mayor o menor medida, con mayor o menor efectividad, en nuestras democracias: poder ejecutivo, legislativo y judicial.
Pues bien, esto que a todos nos parece estupendo, está circunscrito a lo que es el poder político, algo lógico por otro lado si tenemos en cuenta el contexto histórico en el que se encontraba Montesquieu: la Monarquía Absoluta, el Despotismo Ilustrado. Por un lado teníamos un monarca que ostentaba todo el poder y por el otro una burguesía en auge que reclamaba su posición en la sociedad.
Pero volviendo a la actualidad, y dejando a un lado la ingenuidad, ¿alguien se cree que el poder material de este mundo reside en los parlamentos, en los gobiernos? No, las multinacionales, las grandes corporaciones. El poder del dinero. Ahí está el poder, los que ponen y quitan gobiernos, los que fijan el precio de los alimentos, los que controlan los medios de comunicación y por tanto a la opinión pública.
Por tanto, si es bueno limitar el poder político, como hemos visto, ¿por qué no limitar asimismo el poder económico?
Vayamos por partes: por un lado están los ricos que cada vez lo son más y más, por otro lado está la clase media, lobotomizada y amansada, y por el otro la mayoría de los seres humanos de este planeta, cuyo único objetivo es sobrevivir día a día.
Yendo al grano. En mi opinión, ¿cuál es la causa de este desigual reparto de la riqueza y los recursos? Hay tantas causas, pero ahora quiero centrar mi atención en una de ellas: el perverso concepto de propiedad en nuestra sociedad. Porque parecería fácil de entender y hasta lógico el pensar que si una persona tiene muchos bienes y los ha conseguido de manera legal, muy bien, nada que objetar, son suyos y puede hacer con ellos lo que quiera. Pero... manera legal, ¿equivale a manera justa? Porque hay muchos medios de hacerse rico que aunque son perfectamente legales, éticamente son cuanto menos cuestionables. Pero aún en el supuesto de que no sólo sea de manera legal sino legítima y ética (es decir, una persona emprendedora que con su esfuerzo y preparación ha conseguido levantar una fortuna), creo que merece la pena recordar que ni todos los méritos con exclusivamente nuestros ni todos los fracasos achacables totalmente a uno mismo. Lo que quiero decir, es que, como decía Ortega y Gasset, "soy yo y mis circunstancias". Imaginemos dos gemelos, idénticos, a los que separan nada más nacer. Uno de ellos es criado en el seno de una familia acomodada de Boston, por poner un ejemplo, y en cambio el otro crece en el Bronx, por poner otro ejemplo. Naturalmente, los dos tienen las mismas predisposiciones naturales pero me cuesta creer que pasados 40 años sus vidas guarden alguna similitud. Y ello es porque no han tenido las mismas oportunidades o los mismos condicionantes. Y no quiero decir con esto que vayan a tener una clase de vida que a priori uno podría pensar. Puede pasar perfectamente que el que se crió con una familia acomodada acabe enganchado a las drogas de diseño y que el que vivió en el Bronx, a base de esfuerzo y superación, consiga acabar la carrera de Medicina a base de becas y llegue a covertirse en una eminencia de la cirugía.
Lo que quiero decir es que si uno ha sido capaz de crear una fortuna, en parte será gracias a sus méritos, pero que no quepa la menor duda de que en gran parte lo es gracias a lo que ha recibido de la sociedad, sus logros se han materializado por la estructura jurídica, legal, social y económica que permite el desarrollo de su actividad.
Siguiente paso: aún así puedo admitir que efectivamente, una persona que se ha enriquecido legalmente disfrute de sus posesiones sin más limite que el impuesto por el sistema tributario.
Ahora bien, lo que no admito son las Paris Hilton de este mundo. ¿Pero qué ha hecho ella para tener esa fortuna y disfrutarla, sobre todo de la manera que lo hace? ¿El mero hecho de haber tenido la suerte (o la desgracia) de nacer en una familia inmensamente rica es justificación para que tenga la vida solucionada y más que solucionada?
Ahí la limitación del poder económico que propongo: supresión de las herencias. Así de claro.
Porque lo que suele pasar con esa clase elitista y arrogante es que suele ser bastante endogámica y exclusivista: van a las mismas escuelas, se divierten en las mismas fiestas, se casan entre ellos, y al final, todo queda en casa.
Evitemos todo esto de una manera sencilla: no hay herencia. Lo que uno gane a base de esfuerzo en su vida, será de él pero no pasará a sus descendientes. Que se busquen la vida como todo hijo de vecino.
Por supesto, todo esto con ciertos límites: por ejemplo, sí podrá ser heredada la casa familiar, y monetariamente hasta una cierta cantidad. El resto, si es dinero, directamente a paliar las necesidades de los más pobres. El resto, lo que pueda venderse, que se venda, y lo que no, que lo gestione un administrador.
Otro límite sería la minoría de edad, en el sentido de que en los casos de orfandad, el menor tendría derecho a disponer de los bienes hereditarios con el objeto de proporcionarle una vida digna y unos estudios.
Todo esto puede resultar controvertido, sin duda lo es. Pero en el fondo, también es un favor que se les hace a los niños ricos. Porque sus papás, en vez de malcriarlos, lo que harán, sabiendo que no van a recibir un céntimo de sus millones, será procurar educarlos correctamente e intentar convertirles en hombres y mujeres de provecho.
En el fondo, a lo que apelo es al famoso "velo de la ignorancia" de John Rawls, que lo que viene a decir es que para diseñar una sociedad justa, tenemos que olvidarnos de quiénes somos y de todas nuestras circunstacias: sexo, color de piel, posición económica... De esta manera, si nadie conoce su lugar en la sociedad, si va a ser guapo, alto, feo, listo, si va a tener una discapacidad, etc. todos procurarán que no se privilegie a nadie en base a esas características, procurando por tanto un esquema de justicia social aplicable a todos.
Porque, ¿acaso los habitantes de los países del tercer mundo han elegido nacer allí? No, como tampoco lo ha hecho Paris Hilton. Intentemos cuanto menos que las oportunidades de prosperar en este mundo cada vez dependan menos de factores que no se pueden elegir, como el color de la piel, el país en que se nace o la posición social que uno ocupa por razones étnicas o familiares.
En resumen: el concepto de herencia no tiene razón de ser en un modelo justo de sociedad, puesto que los bienes que una persona acumula a lo largo de su vida, los recibe gracias a todo lo que la sociedad le aporta. Es de justicia que a cambio, lo retorne posteriormente a esa misma sociedad la cual se debería encargar de redistribuir esos bienes para un reparto equitativo de la riqueza.
Los ricos, sabiendo que sus hijos no recibirán su fortuna, procurarán y se esforzarán por construir un mundo más justo y humano, en el que todos tengan las mismas oportunidades, incluidos sus hijos.
Y los padres, si de verdad se preocupan de sus retoños, lo que tienen que hacer es educarles sabia y responsablemente, procurarles una buena formación y como digo, que sean hombres y mujeres como Dios manda.

martes, 24 de agosto de 2010

A veces...

A veces, cuando me siento deprimido y soy incapaz de ver una salida, empiezo a recordar los momentos más felices de mi vida. Aguanto así unos instantes y cuando noto que ya no puedo más...........

............ Enciendo la tele y veo "Mujeres y hombres y viceversa", y entonces sé que puedo enfrentarme a todo.

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

(SI NO FUESE POR EL SENTIDO DEL HUMOR...)