martes, 20 de octubre de 2009

Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
Martin Luther King

sábado, 17 de octubre de 2009

YO TAMPOCO VEO LA DIFERENCIA

Muy acertado el comentario el de Elena, en 'El País', a propósito de la marcha por la vida:

"Aquí parece que sólo se puede ser blanco o negro, me considero feminista a ultranza, estoy a favor de la ley del divorcio y del matrimonio homosexual, incluyendo que éstos puedan adoptar, pero he hecho demasiadas ecografías obstétricas como para que alguien pueda convencerme de que un feto no es un ser humano, he visto corazones latir, y les he visto chuparse el dedo dentro de su madre. Son lo más indefenso que puede haber en el mundo y los menos culpables de las circunstancias de su concepción. Todos nos llevamos las manos a la cabeza cuando se encuentra un recién nacido en un contenedor debido a la desesperación de alguna mujer, pero somos tan hipócritas que nos parecería aceptable si lo hubiera hecho unos meses antes. Yo por más que lo intento no puedo ver la diferencia..."

SE LES VE EL PLUMERO

Vaya, vaya, vaya... Qué casualidad que Cuatro programe para hoy 'Las normas de la casa de la sidra' justo el día en el que millones de personas se manifiestan en España en contra de uno de los mayores, más crueles y terribles genocidios encubiertos de la Historia: el aborto (caso aparte son los supuestos en los que la vida de la madre corre serio peligro, qué tremenda la decisión en esas situación). La destrucción fría y salvaje del inocente, del más indefenso. Pero claro, él no consume, no vota, no importa.

Todo es muy, muy sórdido...

Y el principio que debe regir toda sociedad que se precie de ser mínimamente civilizada es precisamente la protección del más débil.

Desde luego, caso aparte es el supuesto en que la vida de la madre corre serio peligro, ahí pienso que es su decisión, muy tremenda, pero en fin...

Y además, y más aún hoy en día, siempre hay una alternativa al aborto, siempre. La más importante y que además beneficia a tantas y tantas parejas que desean tener un hijo: la adopción. Así de sencillo. No quieres o no tienes medios para mantener a un niño, de acuerdo, pero no lo mates, dáselo a alguien que le vaya a querer. No sé, a lo mejor estoy diciendo una barbaridad, en ese caso yo ya no entiendo nada de nada de nada. Que se pare el mundo que yo me bajo.

miércoles, 14 de octubre de 2009

EL HAMBRE Y LOS INTERESES

http://blogs.publico.es/dominiopublico/1602/el-hambre-y-los-intereses/

GUSTAVO DUCH

dominio-14-10.jpg

El próximo 16 de octubre llegamos a una de esas fechas señaladas desde las Naciones Unidas –el día Mundial de la Alimentación– que este año se presenta con un dato, mejor dicho, con una bofetada escandalosa: 1.020 millones de personas en el mundo sufren hambre y desnutrición. Más que nunca. Coincidiendo con la fecha aparecerán nuevos informes acompañados de recomendaciones y algunas promesas. “Oficialmente” se explicará el incremento de la cifra en 100 millones por la crisis financiera que hizo bajar las donaciones a los países más necesitados y por las condiciones climáticas cada vez más duras. Otros estamentos irán más allá y añadirán que estos niveles de pobreza tan graves son consecuencia de una falta de voluntad política, de un desentenderse de la situación. Pero no, digo yo que no, que todo lo contrario, que es claramente una realidad provocada por una voluntad política de mantener un mundo por encima de otro. De sostener un mundo aplastando los recursos de otros. Ahí están, como novedad en los análisis de este año, la especulación con los precios de los alimentos y la adquisición de tierras de cultivos alimenticios para otros usos, dos atropellos que argumentan mi postura.

La crisis alimentaria iniciada en 2007 pareció despertar la preocupación de los estamentos internacionales y algunas iniciativas para afrontar la gobernanza de la alimentación y la agricultura a nivel global han aparecido en escena. Existe consenso en cuanto a la ineficacia de los mecanismos institucionales actuales, pero no respecto a cómo solventarla. Durante estos días se debate sobre las supuestas soluciones. Por un lado tenemos la propuesta del G-8 de crear una nueva “Alianza Global sobre la Agricultura, la Seguridad Alimentaria y la Nutrición”, mientras que algunos gobiernos y colectivos de la sociedad civil abogan por la renovación y el fortalecimiento del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de la FAO (la Agencia de la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas). No es una discusión baladí. Los defensores de las políticas económicas neoliberales defienden un espacio de coordinación donde se otorgue poder de decisión, además de a los gobiernos, al sector privado y a las instituciones financieras internacionales, es decir, a la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Encontrar en la mesa de coordinación a representantes de empresas como Monsanto o Nestlé –por nombrar un par– junto con los actores que han contribuido a la desregularización de la agricultura, no es desde luego aceptable para muchos gobiernos del Sur, que reclaman un papel de liderazgo para la FAO, una institución del sistema de Naciones Unidas, donde cada país tiene un voto de igual valor.

Más allá del espacio de gobernanza, es clave conocer la estrategia a implementar y, otra vez, creo, deberíamos mirar hacia Ginebra –sede de las Naciones Unidas–, desarrollando políticas desde la perspectiva de los derechos humanos y no hacia Washington –sede del Banco Mundial, por ejemplo–, insistiendo en políticas neoliberales. El hambre no es un negocio que a veces sale bien y otras sale mal. Es la violación de un derecho, del Derecho a la Alimentación. Como tal se recoge en el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y se desarrolla en el artículo 11 de la Convención Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Tomar como eje de acción el Derecho a la Alimentación es aceptar que los pueblos y sus poblaciones deben tener acceso permanente a la alimentación. Derecho a alimentarse, es decir, a producir sus alimentos accediendo a los recursos que los hacen posible: tierra, agua y semillas. Si se acepta este enfoque, los estados tienen entonces la obligación de “respetar, proteger y garantizar” el Derecho a la Alimentación desde sus responsabilidades territoriales y extraterritoriales.

Y también supondría un despliegue legislativo que defendiera a tantas personas de la vulneración de su derecho a alimentarse. Al respecto quisiera citar dos ejemplos que ha documentado el Observatorio del Derecho a la Alimentación y la Nutrición. El primero es el caso de la India, que, a pesar de un incremento significativo del PIB, presenta tendencias de aumento de la pobreza. El Gobierno de la India ha promovido el cultivo de agrocombustibles para reducir su dependencia energética y –dicen– incrementar puestos de trabajo agrícolas. Si el Gobierno hubiera seguido las directrices del Derecho a la Alimentación como prioridad frente a intereses de grandes corporaciones como Daimler Chrysler, no se hubieran generado los impactos provocados sobre las poblaciones campesinas locales: sustitución de cultivos de subsistencia, escasez de agua por la alta demanda de los cultivos energéticos, destrucción de tierras y bosques dedicadas al pastoreo y más dificultades para acceder a la madera como combustible.

El segundo ejemplo es el caso de Zambia, donde las producciones de miel y leche generan alimentos, ingresos y empleos a muchas familias, pero su Derecho a la Alimentación se ve vulnerado esta vez por los acuerdos comerciales entre Zambia y la Unión Europea, que llevarán a competir a los productores locales con las grandes corporaciones europeas, fuertemente subsidiadas.

Decía al principio que el hambre no es sólo un problema de negligencia, sino una cadena de intereses a favor de unos pocos. Contra esos intereses debe centrarse cualquier estrategia de lucha contra el hambre. El enfoque desde los derechos ha avanzado en los últimos años. Desde la sociedad civil se elaboraron las Directrices Voluntarias para la Realización del Derecho a la Alimentación que fueron aprobadas en noviembre de 2004 por el Consejo de la FAO. Ahora faltaría que dejaran de ser voluntarias.

Gustavo Duch es ex director de Veterinarios sin Fronteras y colaborador de la Universidad Rural Paulo Freire

Ilustración de Iker Ayestaran

jueves, 1 de octubre de 2009

"EL HAMBRE ES UN CRIMEN ORGANIZADO CONTRA LA HUMANIDAD" (Jean Zigler, antiguo relator de las Naciones Unidas para los problemas de la alimentación).

El hambre, como factor directo o concurrente, es responsable de unas 100.000 muertes diarias en el mundo.

¿ÉTICA?

En el mundo 1.000 millones de personas pasan hambre. La ONU estima que el mundo puede producir comida suficiente para alimentar diariamente a 12.000 millones de personas, el doble de la población mundial.

José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado del BBVA, se jubila. Cobrará 3 millones de euros brutos anuales.

Lo inmoral debería empezar a ser ilegal.

Dicho lo cual, lo del consejero del BBVA es una minucia, la punta del iceberg. El meollo de la cuestión son los eufemísticamente llamados paraísos fiscales, la gran vergüenza del capitalismo. Si realmente hay voluntad de mejorar las cosas, es ahí donde hay que meter la mano.